“Me retiro de la competición, pero no lo hago del rugby”

“Me retiro de la competición, pero  no lo hago del rugby”

No es la primera vez que lo intenta, pero asegura que esta será la definitiva. El rugby acapara una parte muy importante de su vida, por eso es normal que a Francisco Usero, Paquito (Ferrol, 1979), le cueste dejarlo atrás. Ayer, vistiendo la camiseta de la selección gallega, esa a la que reconoce deberle tanto, dijo adiós de forma definitiva, aunque sepa a ciencia cierta que “este no ha sido mi último partido”. Quiere pasar página de entrenamientos, partidos, obligaciones… pero no de un deporte que adora: “Me retiro de las competición, no del rugby”.

¿Se encuentra físicamente bien y todavía da el nivel con creces, ¿por qué ha tomado la decisión de retirarse?
Vamos teniendo una edad en la que hay que bajar el pistón. Entre el trabajo, el deporte... no puedo dedicarle el tiempo que hace falta para estar como es necesario.

¿Será difícil dejarlo atrás?
No puedo engañar a nadie. Cuelgo las botas, pero sé que no es mi último partido. Me retiro de ir a entrenar, a competir, de las obligaciones... pero no del rugby.

Ha tenido un papel activo en el resurgir que el rugby ha tenido en la ciudad en los últimos años, ¿se marcha con la pena de no ver al equipo el División de Honor B?
Puede ser que esa sea la única espinita que me queda de mi carrera. Pero la verdad es que quizás era algo precipitado, porque no tenemos la estructura de club suficiente para estar en esa categoría. El proyecto no está acabado, faltan dos añitos para que esté listo del todo. Cuando lo esté, ahí sí que habrá que pelear de verdad para ascender.

¿Seguirá vinculado de alguna forma al equipo?
Yo me considero parte de este proyecto, pero a veces viene bien descansar, dar un paso hacia un lado, porque todo quema. Yo no me puedo quejar, porque han sido unos años maravillosos, pero cualquiera sabe que gestionar un grupo, por muy bueno que sea y muy bien que se den las cosas, es difícil. Las puertas siempre quedan abiertas para ayudar, aquí o en cualquier otro lado, pero evidentemente, aquí más, porque es un proyecto que iniciamos hace cuatro años y que hemos visto como ha ido creciendo.  

¿Ha resultado especialmente emotivo decir adiós en un partido de la selección?
Son partidos especiales, en los que sientes el cariño de la gente y es emocionante. Para mí es una suerte haberme podido retirar en casa, con los míos al lado, con mis amigos y también con la selección, que para mí es muy especial. Uno de los primeros objetivos que me marqué en mi carrera como jugador fue el de competir por Galicia. Para un grupo de jugadores de mi generación la selección era muy importante, porque era la única forma que teníamos de competir a cierto nivel en España. Si no fuese por la selección gallega, en Vigo no hubiésemos alcanzado el nivel competitivo que necesitábamos. 

¿Cómo arrancó su carrera deportiva?
Cuando estaba en Santiago, en el internado, un jugador inglés me animó a probar, convencido de que se me iba a dar bien, porque corría y era muy bruto –bromea–. Fui a probar con un poco de miedo, porque era gente muy grande... pero encontré mi sitio y mi deporte. Fue como un flechazo. Sólo lamento no haber empezado antes, con 8 o 12 años, como lo hacen ahora los niños de nuestra escuela.

¿Qué le ha dado el rugby en estos veinte años?
En primer lugar mis amigos, porque mis grandes amigos son jugadores de rugby. También algunas de las alegrías más grandes que he tenido en mi vida las he vivido en un campo de rugby; alguna desilusión... pero, en general, mucha felicidad y poco sufrimiento. Las alegrías colectivas siempre son mucho más grandes que las individuales. l

“Me retiro de la competición, pero no lo hago del rugby”

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