Era un secreto a voces que se acabó confirmando. Raúl Blanco se convierte en la primera incorporación del Racing de Ferrol en este mercado invernal. El futbolista moañés, formado en las categorías inferiores del Celta, llega en calidad de cedido desde el Casa Pia de la Primera División portuguesa. 

Blanco, que ya estuvo relacionado con el conjunto verde la temporada pasada, destaca por ser un jugador muy técnico, hábil con el balón y con cierta facilidad para encontrar el gol. El año pasado, con el Celta Fortuna, el extremo anotó once dianas y repartió ocho asistencias por lo que es un refuerzo ofensivo de lujo para el equipo dirigido por Cristóbal Parralo.

El moañés, que puede jugar en ambas bandas e incluso en la mediapunta, se dio a conocer hace dos temporadas cuando estuvo cedido en el Arenteiro. En el equipo de O Carballiño sorprendió por su desparpajo y su exquisito golpeo de balón. Su buen hacer en O Espiñedo, provocó que el Celta lo recuperase para su filial en el que se salió la temporada pasada, ya que guió al Fortuna en su intento por conseguir el ascenso a Segunda División.

Sin minutos

Buscando seguir con su proyección futbolística, Raúl Blanco descartó varias ofertas de la categoría de plata, entre ellas la del Racing y aceptó la del Casa Pia de la Primera División portuguesa. Sin embargo, las cosas no salieron como el joven extremo pretendía. Y es que con el conjunto luso apenas disputó 251 minutos repartidos en cinco partidos. A pesar de estar poco tiempo sobre el verde, pudo dejar su sello anotando un gol.

Viendo esta situación, el canterano celeste buscó una salida y volvió a aparecer la opción del Racing. Esta vez, el moañés aceptó la oferta del cuadro naval para poder seguir creciendo y así ayudar a un equipo que necesita sumar de tres en tres si quiere mantener la categoría.

Con su llegada, el conjunto ferrolano deberá hacer hueco en la plantilla. El principal candidato para abandonar la entidad es Manu Vallejo, ya que apenas está contando para Cristóbal.

En concreto, el jugador nacido en Chiclana de la Frontera (Cádiz) sólo participó en nueve encuentros –siete de liga y dos de Copa del Rey– para acumular un total de 258 minutos con la elástica verde. En ese tiempo, el exjugador del Zaragoza no anotó ningún gol ni repartió ninguna asistencia a sus compañeros.