El Racing no alcanza la tranquilidad

El Racing no alcanza la tranquilidad
Bicho pelea con varios rivales para llevarse la pelota durante el encuentro de ayer daniel alexandre



Un empate no le sirve al Racing para calmar la marejada que hay a su alrededor. Tampoco le llega para mejorar su situación clasificatoria. La visita del inesperado colista del grupo I, un Burgos que antes de que diese comienzo el campeonato liguero se pensaba que iba a estar en los puestos altos de la tabla clasificatoria, confirmó que el equipo ferrolano todavía dista de lo que se pensaba que iba a ser. Eso sí, con el paso de las semanas su nivel aumenta, pero a veces eso no le llega para ganar aunque, como ayer, genere bastantes más ocasiones para marcar que su contrincante.
Si lo que le convenía al Racing era que el partido fuese tranquilo para que los nervios que lo rodean no apareciesen, encajar un tanto a los quince minutos no era lo mejor para sus intereses. Después de un arranque de encuentro en el que el equipo ferrolano intentó superar a través de la velocidad a los espacios la defensa de cinco jugadores que planteó su rival, el cuadro burgalés sacó petróleo de su primera llegada a la portería contraria. Fue una falta en la frontal del área que Prosi empotró en el fondo de las mallas de la portería local para acomodar más la propuesta por la que el cuadro burgalés apostó.
De hecho el gol, que llegó en el momento en el que el dominio racinguista era mayor, ejerció de freno para los intentos del cuadro verde que, a partir de entonces, ya no hilvanó el juego como lo había hecho hasta entonces. La posesión de la pelota, por eso, fue una anécdota que no sirvió más que para confirmar que era la formación local la que más necesitaba llevarse el triunfo en el partido de ayer. Eso sí, al descanso no fue capaz de evitar llegar con una derrota parcial que le dificultaba mucho las cosas.

monólogo
En busca de darle completamente la vuelta al marcador del partido, el Racing fue un vendaval en los primeros minutos de la segunda parte, en los que coleccionó ocasiones por mediación de Joselu, Pablo Rey, Brais Abelenda... Fue una fase en la que el cuadro verde intentó encerrar a su adversario en su propia área para ponerse por delante, pero no fue capaz de encontrar el premio que le podía llevar hasta la victoria por la que suspiraba.
La salvación le llegó al Racing a través de un penalti (inexistente) señalado tras la acción de Joselu ante la portería contraria. El goleador racinguista transformó la pena máxima y metió el partido en un nuevo decorado, en el que el equipo ferrolano se lanzó a por los tres puntos y el Burgos pasó a dedicarse, especialmente, a mantener el punto que tenía, resultado que, de todas maneras, al cuadro verde no le llegaba de cara a conseguir el objetivo de ganar para, de esta manera, serenar su situación clasificatoria.
Sin embargo, los minutos fueron pasando poco a poco y el Racing no encontró la claridad necesaria como para aproximarse a la portería rival. Los últimos minutos, de todas formas, dejaron ver una ida y vuelta constante sobre las dos porterías que no hicieron más que sembrar incertidumbre, pero no peligro real. El encuentro terminó por eso con un empate que al Racing no le llega si quiere empezar a rondar puestos que le son propios.

El Racing no alcanza la tranquilidad

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