“Al principio tuvimos miedo, pero la acogida fue tremenda”

“Al principio tuvimos miedo, pero la acogida fue tremenda”
Ferreiro –derecha– y Vázquez, con sus jóvenes alumnos d. alexandre



De pequeñas casualidades surgen grandes historias. Así fue cómo, a finales del 2015, empezó a germinar un proyecto que, a día de hoy, reúne a casi una treintena de niños y niñas, de entre 4 y 11 años, en las filas del As Pontes Hockey Club, y que ha devuelto a este concello una disciplina en la que fue referencia gallega, e incluso nacional, a finales de los 80 y durante buena parte de los años 90.

“La idea surgió de un curso de patinaje para adultos organizado por el Club Patín”, comenta Miguel Ferreiro –vicepresidente–, “en el que coincidí con Gustavo Vázquez –presidente del actual As Pontes H. C.–”. Este encuentro “fortuito” al que Ferreiro acudió por “quitar el mono” de patinar, como él mismo apunta entre risas, conllevó la reunión de los que hacía décadas habían sido compañeros de “stick” durante muchas temporadas y, a la postre, la “chispa” de la que nació el club.

Precisamente, el “cupido” de esta relación, el Club Patín, fue su soporte durante sus primeros meses, si bien posteriormente se tomó la decisión de “emanciparse” y crear una entidad deportiva como tal hace poco más de seis meses.

“El problema del hockey es el material. No es especialmente caro pero hay que invertir ”, comenta Ferreiro en lo que a su primeros pasos se refiere, si bien esto de nada sirve si no se cuenta con jóvenes jugadores. Una cantera que no llega por sí sola como puede suceder en otros deportes –sí, por ejemplo en el fútbol–, sino que hay que “trabajársela”. “Tuvimos que hacer auténticas virguerías, nos tuvimos que mover bastante para acercar el hockey a la gente”, añade el dirigente, “llegamos a acuerdos a con los colegios de Santa María, Magdalena y Monte Caxado”. De hecho, estos dos primeros centros les donó una gran cantidad material –“de cuando yo empecé, de hace 30 años”–, con el que echaron a andar. Fechas navideñas y cumpleaños propiciaron, y propician, que sus jóvenes alumnos puedan ir reemplazando su equipamiento “vintage” por otro más moderno. Al igual que la subvención de Concello y Deputación –y las correspondientes cuotas sociales– permitió la compra de patines, rodilleras, espinilleras, etc. para todo aquel que quiera acercarse a probar y no cuente con el material necesario pueda hacerlo.

“Un palo”
Un trabajo que rápidamente se vio recompensado con la pista del CEIP Monte Caxado –en la que entrenan lunes, de 18.00 a 20.00 horas, y miércoles, de 19.00 a 21.00 horas– llena de jóvenes patinadores, herederos de la pasión que se vivió en As Pontes por esta disciplina. “Al principio tuvimos muchísimo miedo, pero la acogida fue tremenda. Tuvimos más niños el pasado que este, pero básicamente por cuestión de horarios”, explica el vicepresidente del club, “lo que llama mucho la atención es el hecho de patinar y andar con un palo en la mano”, añade entre risas Ferreiro, que hace bueno aquel anuncio de limonada de años atrás en el que, en esa ocasión un pedazo de madera más pequeño, se convertía en el regalo favorito de un enfervorizado niño.

Los alumnos de Gustavo y de Miguel –“él es el entrenador principal y se encarga de los más pequeños y yo de los más mayores”– tienen la oportunidad de mejorar y demostrar sus habilidades con su “palo” en la liga de escuelas en la que forma el As Pontes. Una competición sin marcadores ni clasificación cuyo objetivo es “promocionar este deporte, que los niños salgan, ver cómo se juega en otros lugares, la convivencia...”, añade Ferreiro, y de la cual ya acogieron varios choques el pasado año. Asentando sus bases, para el vicepresidente, su futuro inmediato pasa por “seguir captando niños, federarnos para participar en citas provinciales y traer a un técnico titulado”. Unos cimientos con los que toda la directiva del As Pontes Hockey Club espera que el ruido de los patines y “palos” vuelva a llenar los pabellón de la villa.

“Al principio tuvimos miedo, pero la acogida fue tremenda”

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