Primer escalón alcanzado

Trece jornadas ha tardado el Racing en meterse entre las cuatro primeras del grupo 1, el escalón previo a su verdadero objetivo de la temporada: alzarse con el título de la liga regular para así tener la oportunidad de sellar en una sola eliminatoria su retorno a Segunda B. Pero, aunque más tarde de lo esperado, la conquista del cuadro verde ofrece la seguridad que desprende el buen nivel al que está rindiendo en las últimas jornadas, en las que además de ganar se ha mostrado superior a sus rivales, sobre todo a los llamados, como el Barco, a luchar por objetivos similares a los del cuadro verde.

Empezó a un ritmo bajo el partido, porque ni el Racing era capaz de tomar decididamente el control ni el Barco conseguía encontrar un espacio en el que sentirse cómodo. Con el paso de los minutos, sin embargo, el equipo ferrolano fue adueñándose de la situación –incluidas un par de ocasiones en botas de Armental y Juan Antonio–. Sin embargo, cuando mejor pintaban las cosas para el cuadro verde, el Barco encontró premio al que hasta entonces fue su único acercamiento a la portería racinguista, un golpe franco botado por David Álvarez que, tras tocar en un defensa, despistó a Diego Rivas y se coló en la portería.

El cuadro verde quedó momentáneamente descentrado por este gol, porque a los pocos minutos estuvo a punto de encajar un segundo por culpa de un despiste que Borja Gil y Tavala casi aprovechan si no llega a ser por Diego Rivas, el poste y la falta de puntería del delantero del Barco. El período de crisis, sin embargo, se evaporó enseguida, porque los últimos minutos de la primera parte fueron de claro dominio suyo, incluidas claras ocasiones de Joselu o Pablo Rey, que empezaron a atisbar el potencial del cuadro verde.

Vuelco
Desde que empezó la segunda parte el Racing se enfrascó en la misión de darle la vuelta al marcador. Sin embargo, con el paso de los minutos, el partido empezó a convertir en una peligrosa sucesión de idas y vueltas a las dos porterías y, justo después de que el Barco dispusiese de una magnífica ocasión que David Álvarez no acertó a convertir, el equipo ferrolano consiguió el empate gracias al cabezazo de Juan Antonio tras el centro de Villarejo.

A pesar de que su rival no se dio por venido, el empuje racinguista acabó traduciéndose en el segundo gol cuando Joselu remachó al fondo de la red un barullo dentro del área rival. Y, en ventaja el Racing en el marcador, el partido ya no tuvo historia. A los pocos minutos aumentó su ventaja gracias al tanto de Juan Antonio en un mano a mano ante el portero rival y al poco Pablo Rey falló a puerta vacía. Fue lo de menos; el cuadro verde ya se había asegurado la victoria y colarse entre los cuatro primeros.