O Lameiro y Municipal de Gallamonde se convierten en la tarde de mañana jueves –que a diferencia de la de hoy se espera un poco más soleada– en los campos de batalla en los que, por un lado, Rosalía y Galicia de Mugardos –18.00 horas– y Miño y O Val –18.30 horas– buscarán dar el último paso en la XXIV Copa Ferrol: entrar en la final.
El CD Rosalía, de Segunda Futgal, llega a esta ronda de semifinales como el único conjunto que no forma parte de ese “club” de Preferente Norte y lo hace, como señala su presidente Ángel Casas “moi contentos de poder estar aí”, ejerciendo además como locales en un choque al que asimismo esperan que acudan muchos de sus aficionados. “Temos xa todo preparado e imos loitar todo o que se poida”, señala el dirigente sobre su inesperada presencia en esta semifinal.
Y es que para el Rosalía estar aquí “é xa traballo feito, porque xa chegamos máis lonxe do que pensabamos”. En un encuentro al que llegan sin problemas de bajas –“están casi todos os que xogan normalmente na liga”, apunta– para medirse a un rival del potencial del Galicia de Mugardos. “Vai estar a cousa complicada para pasar. O Mugardos ten un equipo bo, moi formado e nós somos un equipo moi novo, pero se tocara a campá...”, cuenta Casas.
Enfrente tendrán a una formación mugardesa que, a pesar de llegar a esta semifinal justo de efectivos, lo hace “con muy buena disposición”, señala su preparador Fontao. Un duelo en el que, a pesar de la diferencia de categoría el grupo de la villa no se confía. “No es fácil para nada. Nos equivocaríamos si pensáramos eso”, subraya el pontés, “a un paso de una final, intentaremos seguir la línea que traemos en liga”, en la que sólo pincharon en una ocasión en las últimas hace diez jornadas –con cinco triunfos y cuatro empates–.
Mientras, en Gallamonde, Miño y O Val protagonizan un tercer derbi que desempatará los vividos en liga. Un encuentro en el que si bien el Miño de Mario David se encuentra mejor posicionado en liga, O Val llega en su mejor momento.
“Es una semifinal bonita con un O Val que está haciendo un final espectacular. Nosotros hicimos los puntos muy pronto y al final no nos dio para playoff. Se nos torcieron un poco las cosas y desconectamos”, comenta Mario David sobre los momentos tan dispares que están viviendo. Un Miño con la tranquilidad, y relajación, de lograr el objetivo y los valexos para quemar sus últimas balas y salvarse.
“Para el partido vamos a tener que poner mucho las pilas y conectar el espíritu competitivo”, señala el técnico, en un choque que espera “bonito e intenso” y que reedita la final vivida el pasado año.
Mientras, para O Val este premio de semifinal copera es, al mismo tiempo, un castigo. “Con lo que nos jugamos el domingo en liga –es la penúltima jornada ante el Paiosaco y están a dos puntos de la salvación–... la Copa es lo de menos y es una pena”, señala el entrenador valexo Xaqui, haciendo un llamamiento para que se tengan en cuenta las necesidades de los equipos implicados.