El mugardés Rubén González se estrena con un oro en Marbella

El mugardés Rubén González se estrena con un oro en Marbella
González, durante la competición estatal junior | a. espartero

El mugardés Rubén González comenzó su año dispuesto a zambullirse de lleno en su primera campaña de competición en la disciplina de culturismo. La llegada del coronavirus trastocó los planes de este joven de 22 años que, sin embargo, siguió trabajando durante todos estos meses –”afortunadamente yo pude porque tengo un gimnasio, el Multigym, pero hacerlo en casa es complicado, por no decir imposible. Te las apañas para mantenerte, pero nada más”, indica– en previsión de alguna futura competición. 

Y fue en junio cuando González tomó la decisión de echar el resto y meterse de lleno, cuando su entrenador, Carlos Blanco, le puso sobre las mesa sus dos opciones: o pasar la temporada trabajando el volumen o preparar la dieta para la competición. El mugardés optó por la segunda, esperando la llegada de una cita que, finalmente, llegó hace unos días en Marbella. 

Debut
El de la villa se vistió de corto por primera vez en una prueba oficial en un Campeonato de España y, además, regresó con una medalla de oro colgada al cuello en categoría junior. “No tenía ninguna expectativa, fue una sorpresa”, comenta González, “y además llegar allí ya fue toda una odisea”. El local había conseguido su plaza en el clasificatorio disputado días antes, en donde había logrado el bronce, si bien en otra categoría –classic–.

“Lo que más me llamó la atención, en el Nacional, fueron mis propias sensaciones antes de la competición”, comenta, ya que esta exige unas rutinas previas muy duras que pusieron en jaque la resistencia del mugardés. Si bien, todo salió mejor de lo esperado y, aunque en esta ocasión la participación fue menor –y más en su franja de edad–, “había bastante nivel”, indica un González que poco se podía imaginar que acabaría debutando con un título en esta disciplina. 

“Empecé con doce o trece años a ir al gimnasio, con mi hermano. Era un niño obeso, pero no empecé en esto hasta los dieciséis o así y la verdad, la primera vez que vi esto pensaba ¡qué asco! y mira ahora”, ríe. Los cambios en su cuerpo, la autoexigencia –física y mental–, la progresión y la ansiada recompensa al trabajo “engancharon” a González a esta disciplina que define como “adictiva”. Ahora, el mugardés piensa en continuar con su carrera en la competición, en la que, entre otros apoyos, encontró el de su patrocinador Muelle 13.

El mugardés Rubén González se estrena con un oro en Marbella

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