Marco Roca: “Sé que soy quien soy gracias al Club Deportivo As Pontes”

Marco Roca –1974– lo tenía claro desde que “muy joven”; como el mismo indica, colgó las botas como jugador para sentarse en el banquillo de las formaciones de base de su club de toda la vida, el CD As Pontes. “Yo quiero llegar al primer equipo”, le dijo el preparador a Xaime Castro, presidente por aquel entonces –hace más de diez años– y todavía ahora máximo dirigente de la entidad pontesa. Y lo consiguió. Y con él como técnico llegaron tanto los momentos más duros del club –”en mi primer año el objetivo era que no desapareciese”– como algunos de los más brillantes, con un ascenso la pasada campaña en el que la formación azul batió todos los records y entró en la historia del fútbol gallego y nacional. 

Ahora, Roca cierra una etapa en su camino y se despide del banquillo de la que fue su casa durante 33 años. Una cifra que, casualmente, son también los puntos que le restaban por jugar a los suyos en una atípica campaña en la que, como ya se sabe, conservarán la categoría a pesar de ocupar uno de los puestos de descenso. 

¿Su desvinculación del As Pontes fue porque ya hay otras cosas en el horizonte o por hacer una pausa en su camino?

Ni una ni la otra. Me desvinculo del As Pontes, no porque ya tenga algo decidido respecto a otro equipo, me desvinculo porque termino un ciclo. En el As Pontes llevo 33 años, y han sido cuatro etapas. Primero de jugador de base y en el primer equipo, y después de entrenador, de la cantera cinco años, con un objetivo muy claro que era llegar al primer equipo, y ahora terminó mi ciclo en este. El primer año de segundo entrenador –con Pablo López al frente– y después cuatro años de primer entrenador. Un primer año que fue cuando habíamos tenido esos problemas económicos tan serios ,que casi desaparece el club. 

Estos años el objetivo era ascender a Tercera y consolidarse, y entendemos que se ha conseguido. Estoy muy agradecido de la confianza que depositó Xaime Castro en mí y que la seguían depositando, ya que me dijeron que pensaban en mí para seguir llevando el equipo. Pero yo ya tenía tomada la decisión, que terminaba un ciclo, muy contento, y esperando empezar otro reto. No me echo a un lado para parar de entrenar y descansar, ¡que va!, yo quiero seguir entrenando. Lo que sí entiendo es que a veces se cumplen ciclos y el nuestro terminó.

El suyo fue un ciclo largo, completo, y en el que sus objetivos marcados se cumplieron por lo que se vio.

Sí, yo a pesar de llevar 33 años en el club siempre supe que estaba de paso y que a veces te va bien en los sitios porque sabes que no eres imprescindible y siempre te exiges más. Cuando estaba en la base vas cumpliendo etapas, porque van los amigos y te gusta mucho, y luego estás en juveniles y a ver si llegas al primer equipo, y un día te fichan y te ves jugando y siendo semiprofesional de esto. 
Y así fue, compatibilicé mi vida de estudiante con el fútbol y hubo un momento en que dije que quería entrenar. Y me retiré muy joven precisamente para eso. Y me acuerdo que cuando empecé a entrenar le dije a Xaime Castro “yo quiero llegar al primer equipo”, te lo puede decir él. Me acuerdo muy bien de esa conversación, “yo empiezo en la base pero mi objetivo es este”, le dije. Lo conseguí, y estoy muy contento del ciclo vital que he tenido en el CD As Pontes. ¿Significa esto que no voy a volver al CD As Pontes? No, pero sí que significa que yo he terminado una etapa y que me gustaría empezar en otro lado. Empezar de cero, con otra ilusión, otro reto y a ver si hay suerte y aparece. 

Entonces su decisión no ha sido por la actual situación, iba a darse sí o sí.

Sí, iba a suceder esta temporada porque la decisión ya estaba tomada, tomada y meditada antes de Navidad. Esta ha sido una temporada difícil, a nivel de competición, por lesiones, pero lo que era en 2020 estábamos haciendo muy buenos números, y dentro del grupo había la certeza de que nos íbamos a salvar, nos cogió en puestos de descenso, pero los números que tenemos desde que volvimos de las vacaciones de Navidad nos tienen fuera de esos lugares. 

Ahora estábamos en ese momento de bajón, pero quedaban 33 puntos que es una barbaridad, y viendo el promedio que llevábamos desde que volvimos, que fuimos capaces en diez jornadas de hacer tantos puntos como en las dieciséis anteriores, creíamos que lo íbamos a conseguir. El resto es muy atípico... se acaba antes de tiempo, en el despacho se resuelve finalizar la competición de una manera determinada.

Por la emoción de sus palabras se ve que se va con buen sabor de boca y con la satisfacción del trabajo bien hecho, ¿es así?

Sí. Primero miras un poco atrás y ves a la persona que entró y a la persona que sale, y me reconozco tanto cuando entré como ahora, cuando salgo. He cambiado, pero se que no traicioné nada en lo que creía, y en lo que creo, que es como te educaron. Y ha habido momentos difíciles y también momentos muy espectaculares que he compartido con gente que valoro mucho, y me voy muy satisfecho de mi trayectoria.

¿Y cómo entró Marco Roca en el As Pontes y cómo sale?

Ahora, en el perfil de entrenador, cuando entras en la base eres menos exigente, porque te miras tú como futbolista, que son humanos, que pueden fallar, etc.  eres menos riguroso con las correcciones, si no sale hoy ya saldrá mañana. Y ahora soy mucho más concienzudo con lo que digo y lo que hago. Antes eras futbolista e igual eras más descuidado en tus formas y en tus expresiones, pero en el momento en que eres entrenador estás en un escaparate, eres el reflejo de un club, de una plantilla, y tienes que ser más concienzudo en todo lo que dices. En ese sentido se que he cambiado mucho, para mejor. Y mi forma de ser me ha reafirmado en muchas de las cosas que creía, en cuanto a la idea de juego, pues se pueden conseguir cosas con una forma de jugar al fútbol y con un estilo en el que yo creo. 

Y aunque se que es difícil ¿cuál sería su mejor y peor momento en el club?

En 33 años es imposible quedarse con uno, resumir en un momento una trayectoria tan larga. Lo que se es que yo soy quien soy gracias al CD As Pontes. Es una parte muy importante de mi vida, el fútbol, y la desarrollé en el CD Endesa As Pontes y estoy muy orgulloso de que haya sido así. 

No me puedo quedar con ningún momento porque han sido muchísimos y ahora estoy viendo a mis hijos, en el club... Mira,  si tuviese que quedarme con un momento sería ese, el de ver a mis hijos –de siete y cinco años– que están empezando ese camino. Yo terminó un ciclo, pero otros empiezan otro. Dejas un legado –ríe– y el club continúa, nadie es imprescindible.