La unión hace la fuerza

La unión hace la fuerza
fútbol entre el Racing y el Ibiza 2B A Malata

Por el camino de la solidaridad, del esfuerzo colectivo y de la unión a la hora de trabajar se ha vuelto a comprobar que el Racing puede hacerle frente a cualquier rival. Es lo que, a pesar de la derrota, empezó a atisbar hace quince días frente al Internacional, lo que le permitió ganar hace ocho al Sporting B y lo que ayer le hizo repetir triunfo ante el Ibiza-Eivissa –por 1-0–. Un resultado que le da al equipo ferrolano un importante respiro de cara al último tercio del campeonato liguero, en el que espera asegurar su permanencia en la categoría de la manera más cómoda que le sea posible.

La visita del segundo clasificado del grupo 1, equipo en mejor racha del campeonato –llevaba diez partidos sin perder y cinco sin encajar–, animó al Racing a cambiar su disposición táctica habitual. Con tres centrales y dos jugadores de largo recorrido por banda, el cuadro verde demostró que su principal intención era que el Ibiza-Eivissa controlase la posesion, pero en zonas en las que no le hacia daño. Eso sí, a costa de reducir sus recursos en la zona de creación.

Las jugadas a balón parado, sin embargo, le descubrieron al equipo ferrolano una manera de crear peligro. De hecho, esa fue la manera en la que llegaron las dos mejores ocasiones del Racing, en la primera parte, a través de sendos cabezazos de Jon García y Bruno Rivada que el portero visitante detuvo –en el primero de los casos– o se marchó ligeramente alto –en el segundo–. Al menos, el hecho de que el Ibiza-Eivissa no disparase sobre la portería racinguista –y además fuera– hasta casi el minuto cuarenta de partido dio cuenta de que el encuentro no estaba resultando de especial sufrimiento para la formación local.

Decisión

Ni un minuto se había jugado de la segunda parte cuando el Racing, que había pasado a jugar con una línea defensiva de cuatro, con Quique Fornos subiendo su posición hasta el mediocampo para realizar una labor similar a la del sustituido Rodellar– se adelantó. Fue gracias al acierto de Joselu al superar por alto la salida en falso del portero rival tras recibir dentro del área un envío de Jon García desde la defensa.

Este tanto metió el partido en un escenario en el que el equipo ferrolano optó por mantenerse bien resguardado en su mitad de campo, mientras que el Ibiza-Eivissa lo obligó a apretar el acelerador. Eso sí, sin tomar demasiado riesgos, sino intentando primero que la calidad de sus futbolistas –por ejemplo, a través de un disparo de Raí que se marchó alto– le hiciese acercarse al empate.

Esta estrategia, sin embargo, no le dio al Ibiza-Eivissa los frutos que deseaba y eso hizo que, desde el banquillo, Pablo Alfaro optase por darle a su escuadra un cariz más ofensivo tanto a través de los cambios realizados como de la situación en el campo. Así llegó la mejor ocasión visitante, un disparo de Cirio que se estrelló en el larguero, y una mayor presencia visitante cerca del área local que, sin embargo, no se tradujo en grandes ocasiones para conseguir la igualda.

El paso de los minutos hizo que el partido se descontrolase. Ahí al Racing le faltó claridad para resolver alguna de las situaciones de las que dispuso –también acierto arbitral en un posible penalti a Sanmartín– y que podían haber sentenciado el partido. El Ibiza-Eivissa, por su parte, apretó al máximo e hizo sufrir a su rival, incluida una última ocasión que, de milagro, terminó no entrando. l

La unión hace la fuerza

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