La fe mueve montañas

La fe mueve montañas
Manu Justo trata de controlar la pelota ante la presión del defensa visitante Ramírez | daniel alexandre

Sigue el Racing sin encontrar su techo. La victoria que consiguió sobre el San Fernando le permite recuperar la tercera plaza –todavía con un partido menos– y situarse, a la espera de lo que haga el Alcorcón, a dos puntos del liderato. Pero es que además este triunfo demuestra que está a un nivel de confianza que le hace estar un paso por encima del resto. Fue lo que le hizo ganar a pesar de realizar un duelo discreto, pero en el que no dejó de intentarlo hasta conseguir el gol que lo volvía a poner en ventaja a dos minutos para el final del tiempo reglamentario y, a continuación, el que acabó de dar forma al éxito en la prolongación.
 

Poco más de un minuto tardó el Racing en ponerse por delante –lo hizo a través del cabezazo de Fran Manzanara tras un saque de esquina botado por Heber Pena–, pero el equipo ferrolano apenas fue capaz de aprovechar esta situación de estar en ventaja. De hecho, a los cinco minutos llegó el tanto del empate del San Fernando, cuando Dani Aquino remachó de cabeza un golpe franco que no pudo ser despejado por la defensa local a pesar de estar a punto de ello.
 

Pasado este frenesí empezó un partido nuevo, un encuentro en el que el equipo ferrolano fue el que intentó llevar la manija a través de la verticalidad de sus jugadores de banda ante un rival que, sin embargo, no renunció a buscar la portería racinguista a través del juego directo. Fue el cuadro verde, de todas maneras, el que dispuso de las mejores ocasiones para marcar. De hecho estuvo a punto de volver a adelantarse en el marcador en sendas opciones de Manu Justo y Carlos Vicente que el portero Perales abortó, aunque al menos le hizo demostrar que era el que llevaba el mando.
 

Sin embargo, lejos de aumentar su dominio, en el tramo final de la primera parte el cuadro verde disminuyó un poco su nivel, así que su caudal de ocasiones fue bajando. En cambio, el San Fernando se estiró en busca de la portería local y realizó un par de disparos con algo de sentido, aunque el marcador no se movió hasta llegar al intermedio.

 

Empuje

Empezó la segunda parte con el San Fernando apostando por dar el relevo a sus dos laterales, ya amonestados, para darle un poco más de frescura a los suyos. Porque enfrente el Racing subió el ritmo y con el paso de los minutos terminó de hundir a un rival que pasó a dedicarse casi en exclusiva a defender su portería, aunque en realidad no pasaba demasiados problemas porque el Racing no tenía el día inspirado. Al contrario, no era capaz de hilvanar juego, ni de mover la pelota con demasiada facilidad, así que a pesar de los cambios realizados por el técnico no consiguió generar ocasiones para marcar.
 

La ambición del Racing por ganar hizo que el partido se fuese rompiendo poco a poco, algo que aprovechó el cuadro visitante para acercarse con relativo peligro a la meta racinguista. Ni uno ni otro, sin embargo, fueron capaces de traducir en goles sus intentos. Pero, cuando parecía que el empate iba a ser el resultado final, un mal pase de un visitante permitió a Manel Martínez plantarse solo ante el portero rival... y batirlo por bajo. Fue el delirio para una afición que, aun encima, vio cómo Jardí aumentaba la renta y dar forma a una victoria de fe.

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