Edu Saavedra: “No quería retirarme así, lejos de las pistas”

Edu Saavedra: “No quería retirarme así, lejos de las pistas”
Edu se ha consolidado como uno de los porteros con más experiencia del campeonato | Pescados Rubén Burela

Tenía decidido que la pasada era su última temporada en activo. Con casi 41 años y un hijo pequeño tocaba “colgar” las botas y dedicarle más tiempo a la familia. Sin embargo, el coronavirus se cruzó en su vida para trastocar sensiblemente sus planes. Demasiadas satisfacciones ha dado el fútbol sala a Edu Saavedra (Narón, 19 de junio de 1979) como para decirle adiós alejado de las pistas y es precisamente por ese motivo por el que decidió posponer su marcha para vestir un año más la camiseta del Pescados Rubén Burela.

”Después de tantos años disfrutando de esto, no estaba mentalizado para que mi carrera acabase así, de un día para otro. No me quería quedar con esa sensación para siempre de no poder retirarme en las pistas. Así que, como físicamente me encuentro bien y las estaba parando, me decidí a seguir un año más”, confiesa el portero, quien recibió todo el respaldo de su club para proseguir en activo. Y es que en la entidad de A Mariña, el cancerbero es una auténtica institución desde que llegó hace más de una década y se ganó el cariño de la afición con sus espectaculares intervenciones.

De hecho, en las últimas temporadas, el club siempre le ha dado vía libre para que “yo decida lo que quiero hacer. Mientras que las pare –bromea–, que eso es lo primordial, ellos me dan libertad para seguir o retirarme”. Una hipotética retirada que, eso sí, nunca sería el adiós a una entidad a la que se refiere como “mi casa” y en la que “siempre dicen que habrá un sitio para mi, para entrenar categorías inferiores, a los porteros o ser cabeza visible de la expedición”.

Facetas todas ellas que por ahora quedarán en un segundo plano, centrado como está en volverse a poner en unos meses bajo los palos, “si se puede”, pues con A Mariña confinada y Burela como foco de uno de los rebrotes de coronavirus más importantes de España, pensar en el futuro deportivo y de la competición resulta incierto.

La situación no es tan dura como la de esta primavera, en lo más estricto del confinamiento –“salgo a pasear, a correr por el monte”–, pero sí que Edu percibe a su alrededor “miedo” y eso hace que la gente tienda a quedarse en casa.

Veterano
Cuando el próximo ejercicio arranque, el naronés no solo será el jugador más experimentado del Pescados Rubén, sino que, con 41 años, será también el más veterano de la liga. Aunque los deportistas cada vez se cuidan más y prolongan su carrera más años, sigue siendo poco habitual permanecer en activo más allá de los cuarenta. En su caso, “no hay ningún secreto especial” para lograr mantenerse en buenas condiciones, aunque “la constancia y estar bien mentalmente, porque el cuerpo va con la cabeza”, lo han ayudado mucho a ello.

Tanto es así que, como un buen vino, Edu Saavedra confiesa que físicamente ha mejorado con los años: “Siempre fui un jugador grande y pesado, ni mucho menos con un físico perfecto. Cuando estaba en O Parrulo pesaba 110 kilos, ahora, 90; y la verdad es que el cuerpo lo agradece para moverse”. 

Y ahí, el naronés, si que se siente al cien por cien. Sus reflejos y agilidad siguen siendo la marca de la casa de la que el Pescados Rubén Burela se ha beneficiado durante los últimos doce años, repartidos en dos etapas y con el pequeño paréntesis que supuso su paso por el Oxipharma Granada. Tan bien se ha sentido siempre en A Mariña que nunca pensó en cambiar de aires –“salvo ese año que Bruno García me llamó para ir a Granada y no pude decir que no”, recuerda–.

Pero, ¿qué le han dado en Burela para que se sienta tan a gusto? “La afición fue muy importante”, recuerda, “yo venía con contrato para dos o tres años, pero desde los primeros partidos la gente me vio parar y les debí de gustar, porque empezaron a corear mi nombre y eso me apegó mucho a ellos”. Ese afecto, pero también la forma tan especial en la que se vive esta disciplina en la localidad: “Aquí hay mucha afición, socialmente se vive mucho el fútbol sala. La gente te para por la calle, te da ánimos...”.

Y, sobre todo, valora especialmente la seriedad del club de A Mariña “que ha sido ejemplar conmigo desde el primer día. Además de lo que te puedan dar individualmente, económicamente cumplen siempre y eso en el fútbol sala, cuando yo llegué aquí, no era muy habitual”.

Edu Saavedra: “No quería retirarme así, lejos de las pistas”

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