Ocho tarjetas y un funeral. Eso se llevó el Somozas de un partido ante el Boiro en el que hizo méritos para llevarse los tres puntos –también en algunos fases para perderlo– pero en el que terminó claudicando en el último minuto. Fue un premio excesivo para un Boiro que intentó mantenerse fuerte para llevarse un puntos pero que se acabó llevando los tres.
La situación la controló desde el primer minuto un Somozas que, sin embargo, no fue capaz de traducir este dominio en ocasiones. Su empuje, de todas formas, fue a más a medida que transcurrían los minutos y eso le permitió, por momentos, embotellar al rival. El Boiro, mientras, fio su suerte a mantenerse seguro en defensa y tratar de aprovechar un despiste del adversario, como hizo Fran cuando recogió una pelota suelta entre la defensa y realizó un disparo que se marchó ligeramente desviado.
Precisamente esa ocasión dio paso a una fase en la que las tornas parecieron cambiar. De hecho, a partir de entonces fue el Boiro el equipo que pareció sentirse más cómodo sobre el terreno –incluso protagonizando llegadas como un lanzamiento lejano de Anxo que paró Marcos Souto–. El Somozas, mientras, dio la sensación de estar desnortado, aunque un golpe franco que Gerardo ejecutó desde la frontal a las manos del meta rival recordó el peligro que tenía.
Cambio
Con una disposición táctica diferente –el Somozas pasó de su habitual línea de tres centrales a una defensa de cuatro–, el partido se abrió en la segunda parte. Y aunque fue el cuadro verdiblanco el que dispuso de las mejores ocasiones para marcar, como un disparo al larguero de Quique Cubas o un lanzamiento de Gerardo salvado “in extremis” por el meta visitante, el Boiro generó también peligro a la contra –un disparo de Changui fue la mejor ocasión de los visitantes–.
El paso de los minutos no hizo más que acentuar el dominio de un Somozas que empezó a buscar la meta contraria de una manera cada vez más descarada. Y eso, claro, también derivó en los huecos que dejó en su parcela defensiva, unos especios que le sirvieron al Boiro para montar unos contraataques que, sin embargo, casi nunca encontraron en los últimos metros la claridad necesaria para resolverse.
Casi nunca... hasta el último minuto. Ahí, con el Somozas volcado sobre la portería visitante, un despeje al centro de la defensa del Somozas se encontró con la indecisión de los centrales y el portero del cuadro verdiblanco. Changui se aprovechó de la situación y marcó el tanto de la victoria visitante y que dejó al Somozas con cara de tonto. l