El Betis Baloncesto dio un paso de gigante hacia la permanencia tras encadenar su segunda victoria consecutiva en la pista del Monbus Obradoiro (67-82), después de sobreponerse a un desastroso primer cuarto y liderado por Tyson Pérez, DairisBertans y Jean Montero.

La carta de presentación del equipo sevillano fueron dos canastas en poco más de un minuto. Pero desde ese momento y hasta el inicio del segundo cuarto, cuando Jeremy Pargo castigó la defensa gallega con dos triples seguidos, unicamente encestó otras dos.

Su porcentaje de acierto fue pésimo pese a realizar buenas selecciones de lanzamiento (3/12 en tiros de dos puntos y 0/4 en triples), y solo el desacierto del Obradoiro (4/17 en tiros de campos) evitó que su rival se distanciara en el electrónico.

El equipo gallego tomó el mando del partido tras un parcial 8-0, y se disparó en el arranque del segundo cuarto (18-8, min.12). El Betis estaba tocado, pero resucitó con una exhibición del base estadounidense Pargo, que firmó 11 puntos seguidos. Tres triples suyos y otro de Bertans obligaron a Moncho Fernández a pedir tiempo muerto (21-22, min.15).

El atasco gallego lo difuminó, como suele ser habitual, el canadiense Kassius Robertson con un triple, pero fue algo pasajero. Su equipo continuó negado (2/11 en triples en 20 minutos ) y los errores se multiplicaron pese a los cambios de Moncho Fernández. Y el Betis, mucho más intenso en defensa, creció simplemente subiendo su porcentaje de acierto.

La ventaja del Betis creció hasta los ocho puntos al descanso (28-34), con algún pito desde la grada para sus jugadores. El Obradoiro tuvo un amago de reacción (33-38), pero sus errores volvieron a oxigenar al bloque de Luis Casimiro, que golpeó con un parcial 2-11. Moncho Fernández, desesperado, paró otra vez el partido (33-49, min.26 ). Su bronca hizo reaccionar a sus jugadores, que, con una mayor intensidad, devolvieron el parcial.

Pero el Obradoiro se condenó con sus errores. No era su tarde, y a falta de poco menos de 8 minutos su rival volvió a distanciarse (49-61). Moncho detuvo el vendaval sevillano. Su equipo continuó fallando mucho, y el Betis, al que se le iba la vida en el duelo para depender de sí mismo, ya no le permitió acercarse.