10º-14º
jueves | 25 abril | 2024
El Baxi encajó ayer el golpe de gracia, la derrota (42-62) que lo condena, salvo milagro, al descenso. No es matemático, pero los resultados de los partidos de hoy del Tenerife y el Bembibre podrían certificarlo antes de viajar a Girona para medirse con uno de los candidato al título.
Fue el encuentro más flojo del equipo ferrolano en toda la temporada, un partido que para nada muestra el nivel exhibido a lo largo de las 27 jornadas anteriores. Fue, en definitiva, el peor día en el peor momento.
El Kutxabank Araski fue mejor desde el inicio. Las de Madelén Urieta también se juegan sus opciones de clasificarse para el playoff por el título, un objetivo complicado pero que con la victoria de ayer en A Malata es factible. A la ya conocida superioridad física de las vascas, con referencias interiores como Dongue y Seda, y el talento de exteriores como Atkinson y Zex, sumaron ayer una intensidad defensiva extraordinaria. De hecho, y aunque tampoco tuvo el Baxi su día en ataque (un 25% en tiros de campo), fueron capaces de dejar al equipo ferrolano en tan solo 42 tantos, la puntuación más baja de toda la temporada.
Atkinson, la misma jugadora que en enero le arrebató al Baxi la victoria en Mendizorrotza en el último segundo, se encargó de abrir el marcador. La jugadora de Araski es casi imparable en el uno contra uno y ayer lo volvió a demostrar, pero el juego del equipo visitante no se basa solo en ella. El Baxi tuvo que dividir el foco de atención: Zec, que castigó desde el tiro exterior; Dongue, imponente en la zona, y dos bases, sobre todo Asurmendi, que complicaron mucho la construcción del ataque ferrolano.
Un triple de Zec llevó el 2-10 al marcador y obligó a Lino López a pedir tiempo. Mejoró ligeramente en la segunda mitad del primer cuarto el equipo local, que, pese a las dificultades para encontrar buenas situaciones de tiro, cerró el periodo a solo seis puntos (10-16).
El triple con el que Natalia inauguró el segundo parcial hizo albergar la esperanza de que lo sucedido hasta el momento solo había sido un desliz que se podía borrar. Pero no fue así: un parcial de 0-17 colocó al Kutxabank con veinte puntos de ventaja que solo la postrera canasta de Koenen pudo rebajar (15-33).
No era tanto la diferencia –el Baxi se ha visto en esas en otros encuentros de la temporada–, sino el modo lo que hizo flotar en el ambiente de A Malata que iba a ser muy difícil volver a meterse en el choque. Un 0-5 de salida, con Seda y Asurmendi como protagonistas, no hizo sino confirmarlo.
Con todo, el Baxi pareció recuperarse, aunque mínimamente, pero cada vez que encadenaba dos canastas seguidas, la respuesta de Araski era inmediata.
Con un 27-48 en contra arrancó el último parcial, en el que las vitorianas golpearon de nuevo en la zona, con Dongue y Pardo. Seis puntos consecutivos de las locales (cuatro de Swart y dos de Grande), volvieron a poner al Baxi a menos de 20, pero esos atisbos de reacción apenas pasaron de ahí en los cuatro minutos que restaban para el bocinazo final en A Malata. Hubo entonces unos segundos de silencio a los que siguieron largos aplausos a unas jugadoras que, entre lágrimas, se despiden de una categoría que –cualquier observador mínimamente honesto lo puede asegurar– que no ha sido justa con su trabajo.
