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domingo | 5 mayo | 2024
España hoy atraviesa una situación difícil en materia económica y sanitaria. La pandemia del coronavirus a nivel mundial ha condicionado la estabilidad de muchos países y sus repercusiones alcanzan a otro gran número de ámbitos y sectores de la sociedad. Pese a ello, existen servicios que, frente a las precauciones del distanciamiento social y el aislamiento preventivo, están siendo utilizados por un mayor número de personas. Las plataformas de streaming y los juegos de azar y apuesta en línea —tales como el BlackJack en vivo o la ruleta con crupier— son las opciones predilectas para ocupar el tiempo de ocio.
Si bien el panorama económico es complejo —y esto siendo optimistas—, la industria del juego en España ha sentido con mucha fuerza la suspensión del deporte en general. Las repercusiones desde el punto de vista económico, respecto a las regulaciones extraordinarias que se buscan implementar, no solo abarcan a las empresas que se dedican al juego y las apuestas; aquellos servicios que subsisten gracias a la venta de espacio publicitario (las radios, cadenas y sitios web) también sostienen que el nuevo decreto les significa una pérdida muy grande en un contexto de recesión inestable y sumamente restrictivo.
Las empresas del sector, sin embargo, no están en contra de un marco regulador más estricto —el marco legal implementado a partir de 2013 produjo un crecimiento histórico en la industria—. Según los expertos en la materia, la recesión e inestabilidad económica requiere de una serie de medidas que tenga en cuenta las necesidades del sector. La idea de restringir ciertos aspectos de la actividad como las acciones publicitarias, las promociones y los mecanismos de premiación que tiene como objetivo la captación de nuevos usuarios, significa para las empresas una reacción desmedida que resulta perjudicial para la subsistencia de sus modelos de negocio.
Debido al confinamiento, los usuarios recurren cada vez más a este tipo de actividades para ocupar sus ratos de ocio. Sin embargo, esto presenta un problema: el juego compulsivo. Se trata de una faceta de los juegos de azar que hoy, en España es un factor de controversia: las políticas de confinamiento ponen en riesgo a muchas personas que sufren de esta aflicción. El estado y las empresas, por lo pronto, se encuentran en constante diálogo para tomar las medidas necesarias para el cuidado de los usuarios. Las empresas, sin embargo, advierten que un contexto de restricción económica puede tener efectos adversos y repercusiones en otros ámbitos más allá de los juegos de azar.
Frente a esta realidad, el contexto económico del país es muy precario. Esto quiere decir que la recaudación y el comercio se encuentran muy afectados por la caída tanto de la producción como del consumo y el comercio. Por ello, las empresas que hoy son protagonistas debido a los hábitos del distanciamiento social —servicios de streaming, plataformas de juego, BlackJack en vivo y apuestas— son una fuente de recaudación muy importante en una economía que se encuentra sometida a los confines del hogar.
