"Pusieron la excusa de que sí que habían avisado pero, por lo que yo sé, aquí no avisaron a nadie". Así lo relata Lorena, una de las propietarias del establecimiento A Tenda de la calle Caldeirería. Este comercio fue uno de los muchos que a lo largo de ayer sufrieron cortes en el suministro eléctrico. Aunque en su caso concreto no han provocado daños materiales, insiste en la impotancia de que los locales sean advertidos con tiempo de los efectos que las obras pueden tener en su actividad.
Ayer, más o menos a partir de las 10.30 horas, algunos negocios del Casco Histórico comenzaron a acusar fallos eléctricos. Concretamente, "cortes intermitentes de luz". Algunos de ellos, como explican, de alrededor de 30 minutos de duración. El motivo es otro que el cambio de transformadores que se está llevando a cabo en Calderería, que conecta las calles del Preguntoiro y de las Orfas.
En principio, no sufriron daños materiales. Sin embargo, al tratarse de idas y venidas constantes, el empresariado señalan que "es fácil que estropee la mercancía de alimentación" o, incluso, que "se quemen aparatos electrónicos", como frigoríficos y ordenadores. Además, añaden que, independientemente del deterioro físico que puedan sufrir los elementos del local, esta situación les "dificultó mucho desarrollar su actividad con normalidad", siendo este último el hecho el que más lamentan.
Desde la media tarde de ayer, los establecimientos de la calle de la Caldeirería y alrededores no reportaron nuevos cortes en la luz. Sin embargo, el malestar persiste, ya que lo demandan es que se les tenga más en cuenta cuando se inicien obras que puedan repercutir en sus comercios. "No se pueden hacer estas cosas sin avisarnos", reclaman.