El Ayuntamiento de Santiago homenajea al economista Manuel Colmeiro y Penido (Santiago de Compostela, 1818 - Madrid, 1894) con la instalación de una placa en el Parque das Ciencias.
Colmeiro y Penido se licenció en Derecho y se doctoró en Leyes en la facultad de Derecho de la Universidade de Santiago de Compostela (USC). Fue profesor de Política y de Derecho Político y Administrativo de la USC desde 1840.
Con tan solo 29 años fue nombrado catedrático de Economía Política y Derecho Político y Administrativo en la USC y de Derecho Político y Administrativo en la Universidad Central de Madrid, donde ocupó su cátedra hasta 1881.
El acto de homenaje a quien fue reconocido como Científico Galego do Ano, en el 2023 por la Real Academia Galega de Ciencias (RAGC), ha contado con la alcaldesa de Santiago, Goretti Sanmartín; el presidente de la RAGC, Juan Manuel Lema Rodicio, y diferentes miembros de la corporación municipal.
La placa ha sido instalada en uno de los bancos del Parque das Ciencias, en la calle Ramón de Valle-Inclán. Se suma a otras 15 placas que homenajean a científicos gallegos.
Trayectoria
A finales de 1842, Colmeiro y Penido fue nombrado socio de mérito de la Real Sociedade Económica de Santiago, desde donde formó parte de comisiones que estudiaron la reforma de pesos y medidas, el sistema monetario español, la renta del sal, el establecimiento de una fábrica de sedas y algodones en Santiago, así como los medios que se podrían poner para activar la construcción de varias carreteras en la provincia.
En 1843, a los 24 años, publica 'Memoria sobre el modo más acertado de remediar los males inherentes a la extremada subdivisión de la propiedad territorial de Galicia', en la que aborda dos temas fundamentales sobre la propiedad agraria, el minifundio y el sistema floral.
Consciente de que la desamortización de Mendizábal de 1836 no daba una respuesta para la modernización del agro gallego, fue el primer economista en visualizar que debería seguirse, abogando por la redención de los foros, de forma que se propiciara que la propiedad de la tierra fuera de los propios agricultores que la cultivaban y, al mismo tiempo, dar solución al minifundismo.
A su juicio, este cambio contribuiría al desarrollo agrario y económico. No es hasta 30 años más tarde que se publica la primera ley de redención de foros y tendrían que pasar otros 50 hasta que el sistema florar quedase definitivamente abolido en Galicia.
En el ámbito de la Economía, su primera gran obra fue 'Tratado elemental de economía política' (1845), que le aportó una excelente reputación en los círculos que discutían sobre la naturaleza y remedio de los males del país. Esta publicación supone una defensa abierta deleclecticismo, entendido como un distanciamiento crítico tanto con el materialismo de la vieja economía política, como con las nuevas corrientes socialistas y reformadoras.
A lo largo de la década de 1850-1860 se acercó a los postulados de la Escuela economista española y emprende una orientación liberal, que mantendría a lo largo de su vida. Su nuevo enfoque de los problemas económicos lo llevó a publicar su obra más sólida, 'Principios de Economía Política', en la que defendió la conveniencia de mostrarse prudente y gradualista en la aplicación de los criterios generales a la política económica, tanto en asuntos monetarios como arancelarios.
Destacado activista social, fue diputado, senador, consejero de Estado y fiscal del Tribunal Supremo. Fue miembro fundador y copresidente de la Sociedad Libre de Economía Política, miembro de la junta directiva de la Asociación para la Reforma de los Aranceles de Aduanas, relator del Real Consejo de Instrucción Pública, presidente de la junta consultora del Instituto Geográfico y Estadístico y vocal de la junta de Reforma del Código de Comercio.
También fue socio numerario de la Real Academia de Historia, socio fundador da Real Academia de Ciencias Morales y Políticas. En el ámbito internacional, fue miembro de la Real Academia de Ciencias y Bellas Artes de Bélgica, de la Real Academia de los Linces de Roma, del Instituto Imperial de Francia y del Instituto de Ginebra. Además, fue profesor honorario de las Universidades de Cracovia Y de Charcov.
Entre sus distinciones, fue condecorado como Comendador ordinario da Real Orden de Carlos III, Caballero de la Gran Cruz de la Orden Civil de María Vitoria, Gran Cruz de la Real Orden de Isabel la Católica. En 1992 la Xunta de Galicia creó el Premio Manuel Colmeiro para trabajos de investigación sobre la administración pública.