10º-14º
jueves | 25 abril | 2024
Centenares de vecinos de As Pontes salieron durante el mediodía de ayer a protestar desde sus ventanas contra la aplicación del V Convenio Marco de Endesa, un documento que establece, entre otros puntos, los beneficios sociales de los trabajadores pasivos de la compañía y que fue firmado a comienzos de 2020 tras más de dos años de negociación. La acción reivindicativa, que por causa de la pandemia de coronavirus tuvo que realizarse desde los propios domicilios de los empleados, coincidió con la celebración en Madrid, de forma telemática, de la junta de accionistas de la eléctrica, que ayer mismo destacaba los beneficios obtenidos durante el primer trimestre del año pese al inicio del estado de alarma.
Así, desde las 12.30 horas y durante un minuto para no molestar al resto de vecinos afectados por las medidas de confinamiento, los trabajadores expresaron su desacuerdo con un documento que, si bien no elimina por completo los beneficios sociales, los limita notablemente. Y es que precisamente la supresión de esos derechos, algunos de ellos asentados desde hace décadas, fue uno de los mayores puntos de fricción de la negociación de documento, llevando a la eléctrica incluso a renunciar a la celebración de más encuentros, una decisión que poco después tuvo que descartar tras la intervención de la Administración central.
La participación, concentrada especialmente en el barrio de la cooperativa, resultó muy positiva, según apuntó Fernando Branco, responsable de Enerxía de la CIG, que destacó que “para nós esta é unha resposta, dado que estamos nunha situación excepcional e non queriamos deixar pasar en silencio a celebración da xunta xeral de accionistas”. Branco señaló que la eléctrica, pese a estar sumida en una crisis sanitaria, se encuentra “aplicando un convenio colectivo que é tremendamente regresivo para o conxunto dos traballadores”, recordando, además, que la propia eléctrica, a raíz de la Comisión Nacional del Mercado de Valores, apuntó que el acuerdo le suponía un ahorro de 450 millones de euros.
“Estes son 450 millóns que se van ir neste 2020 para dividendos –afirmó– e isto nunca pasou nun convenio colectivo en toda a súa historia”. En el ámbito local, asevera el responsable de la CIG, esto afecta principalmente en las ayudas a los estudios y en el conocido como “pago en especie”, por el cual el personal podía obtener parte de su salario o pensión en energía para su hogar. Precisamente este beneficio, que finalmente no se eliminó por completo pero se limitó en términos de potencia o en su uso en segundas residencias, fue de los puntos más controvertidos durante la negociación del V Convenio Marco, dada la cantidad de trabajadores retirados, viudas y demás colectivos pertenecientes a la categoría de personal pasivo que gozaban del mismo.
Por último, Branco quiso reflexionar sobre la situación de la eléctrica desde el punto de vista de su accionariado. El responsable apuntó que Enel, grupo público italiano poseedor del 70% de las acciones de Endesa, “está levando” para Italia más de 1.000 millones anuales de dividendos de una empresa que era de titularidad pública española.
