Los okupas y la reforma de Alfonso Molina son los retos del gobierno local coruñés

Los okupas y la reforma de Alfonso Molina son los retos del gobierno local coruñés
El Gobierno local propondrá a la Xunta una ubicación alternativa para el centro de salud y que podría estar en la calle de A Falperra | quintana

El Gobierno municipal afronta su último año completo de mandato antes de la elecciones de mayo de 2019 con múltiples retos que resolver y que responden a diversos frentes.
Una vez aprobado inicialmente el presupuesto, a la espera de que se cierre el plazo de alegaciones y que pueda recibir el visto bueno definitivo, uno de los mayores desafíos que tendrá este año será el de su ejecución. En los anteriores ejercicios se defendió que los datos de ejecución de las cuentas eran los que eran principalmente por su tardía aprobación, que en los dos casos fue en mayo.
Este será uno de los retos más destacados y a largo plazo, pero tiene otros más urgentes. Uno de ellos es la situación de la Comandancia de Obras, ocupada ilegalmente desde hace más de un año y para la que ya se adjudicaron los trabajos de adecuación previos a que la Marea pueda desarrollar su proyecto “Naves do Metrosidero”.
Algunos miembros del Centro Social Okupado A Insumisa ya mostraron su rechazo al programa municipal y los llamamientos de la Marea a una salida dialogada no están teniendo mucho efecto hasta ahora.
Otro asunto dilatado en el tiempo y para el que el Gobierno local desea una rápida solución es el del centro de salud de Santa Lucía. A la espera de que se vuelva a reunir con la Xunta, todo indica que la intención de conjugar el ambulatorio y el mercado en Santa Lucía no será posible. De hecho, el alcalde, Xulio Ferreiro, ya anunció que tienen otra parcela en A Falperra para el punto sanitario, aunque tendrá que contar con el visto bueno de Sanidade.

Limpieza
Tampoco carecen de relevancia algunos de los contratos municipales que este año deberán renovarse. Desde hace meses se está redactando el nuevo para la recogida de basuras, asunto que llegó a provocar el pasado verano una amenaza de huelga por parte de los trabajadores, y hasta junio estará prorrogado el de limpieza viaria, que finalizaba a principios de año.
Estos dos contratos son probablemente los más importantes para una administración local y de su evolución dependerá la factura que le pueda pasar un tema, el de la limpieza de la ciudad, que desde el inicio de mandato ha suscitado destacadas quejas por parte de la oposición, ciudadanos y sectores profesionales.
Tampoco se han quedado atrás en estos más de dos años y medio de Marea Atlántica las protestas por la ausencia de novedades en materia de movilidad. Este año es el indicado para la reordenación de las líneas de autobús urbano y también está pendiente el retorno del carril bus.
Mientras, otra de las acciones más relevantes en este ámbito será una nueva fase de la peatonalización de la Ciudad Vieja. Esta actuación está prevista para ver la luz durante el primer semestre del año, aunque por ahora pocas novedades se conocen más allá de que el Ayuntamiento está en negociaciones con los parking privados de los alrededores para ofrecer tarifas ventajosas a los residentes.

Infraestructuras
Entre los retos para este año existen otros que no dependen solo del Gobierno municipal, aunque su postura y participación serán claves para su desarrollo.
En este sentido se encuentran la reforma de la avenida de Alfonso Molina, de la que está pendiente la resolución de sus alegaciones. Esto corresponde al Ministerio de Fomento, aunque del hecho de que las obras todavía no hayan comenzado se ha responsabilizado a la Marea. Mientras en Vigo y en Santiago se presentaron recientemente mejoras en sus accesos, mientras que para A Coruña todavía no hay fecha de inicio.
Una situación similar es la que se produce en torno a la estación intermodal. La Xunta se vio obligada a cambiar un proyecto que ya estaba definido después de que el Gobierno local realizase nuevas contribuciones a la propuesta, que obligaron a reformarla por completo. Esta no es la primera vez que desde María Pita se introducen modificaciones en un proyecto cuyas obras no empezarán hasta el año que viene si no aparecen nuevos contratiempos.
Mientras, los cooperativistas del parque Ofimático continúan a la espera de recibir las licencias de primera ocupación y entrar a vivir en sus nuevos hogares. El Gobierno local estimaba que los permisos se concederían alrededor de final de año, pero todavía se están llevando a cabo algunos trabajos indispensables para poder otorgarlos.
En la agenda del Gobierno municipal también figuran el futuro de la fachada marítima y el proceso de constitución del área metropolitana. En el primero de ellos está a expensas del acuerdo entre la Xunta y Puertos del Estado, mientras que en el segundo cuenta con el handicap de que no cuenta con el respaldo de algunos municipios de la comarca, de la corporación municipal ni de la Xunta.
Todos estos desafíos llegan en el año previo a las elecciones municipales, hecho que podría provocar que la alianza con el PSOE se fracture cuando cada uno busque su espacio electoral.

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