Ese “color especial”, al alcance de todos los bolsillos

Ese “color especial”, al alcance de todos los bolsillos
un aviã³n de vueling, con destino a ãmsterdam susy suã¡rez

Los coruñeses tienen que echar la vista atrás hasta el nombramiento de la Torre de Hércules como Patrimonio de la Humanidad para rememorar tal felicidad como la que pueden sentir ahora muchos al pensar en viajar a Sevilla. Sea por su color especial o por sus altas probabilidades de sol, calor y moreno, más ciudadanos tienen fácil cruzar de punta a punta la península en un avión y sin necesidad de atracones al volante como antaño.
La aerolínea de bajo coste Vueling se ha tomado en serio la competición con Iberia y ha decido lanzar unos precios de impresión para llenar sus vuelos con la capital hispalense y si un pasajero sabe buscar puede incluso encontrar billetes de ida y vuelta por 34,99 euros en pleno mes de julio. Son los menos, la verdad, pero “haberlos hailos”.
Mientras en agosto las cifras se elevan a casi los 60 euros (nada tampoco prohibitivo para aquellos que aún tienen dinero para irse de vacaciones fuera), en octubre las rebajas y los descuentos generalizados abandonan el textil para instalarse entre los pájaros de acero, cuyo uso se va adaptando a la situación económica actual.
Quizá haya que repensar el destino vacacional con tiempo, y reservar sin saber muy bien que tiempo hará por aquel entonces pero un billete de ida a Sevilla por 24,99 euros bien vale arriesgarse. Además, el pasaje más caro del mes apenas alcanza los 50 euros frente a los 87 de los que no baja Iberia, tal y como se podía comprobar estos días en su página web.
Lo curioso es que si los coruñeses ya le estaban agradecidos a Sevilla por lo que les dio en 2009 de la mano de la Unesco, ahora se lo estarán más porque va camino de convertirse en el destino vacacional más requerido por los ciudadanos de la cartera que ofrece Vueling.
De las rutas aéreas directas para octubre (una época en que los gallegos podrían soportar el calor sevillano fácilmente), esta se impone en precios a destinos nacionales como Bilbao, Tenerife o su vecina Gran Canaria, que incluso en octubre se desmarca de lejos con unos precios prohibitivos. Barcelona, por contra, ofrece el contrapunto al sur y aporta un toque cultural y bohemio por un coste mínimamente superior a A Coruña.
Además de la ciudad de la Torre de Oro y la Giralda y el fomento de las visitas desde Sevilla para ver la Torre de Hércules o la estatua de María Pita, Vueling promueve –o al menos lo parece– los viajes al exterior pues tanto su conexión con Londres como la de Ámsterdam tienen unos costes más ventajosos que a las islas pasada la temporada estival.
La cuestión al final es única e indiscutible, para que un vuelo tenga continuidad tiene que tener pasaje y, para ello, las compañías empiezan a bajar precios. Al mismo tiempo, tal y como reconocieron a este periódico algunas agencias de viajes los coruñeses están cada vez más dispuestos a adaptar sus planes a las ofertas de última hora. Y si la cuestión es ahorrar las palabras Sevilla y octubre parecen tener la clave para conjugar austeridad con diversión.
De nada sirve que esta línea llevase tiempo instalada en la ciudad y los estrenos de este año fuesen los dos vuelos a las Canarias o a Bilbao, porque la compañía aérea todavía no ha recortado costes reales de cara a que la ciudadanía se anime con esos destinos más allá de apostar por paquetes vacacionales completos.

Ese “color especial”, al alcance de todos los bolsillos

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