11º-18º
viernes | 19 abril | 2024
La moción de censura que la oposición de Fene presenta a Gumersindo Galego para su debate el 7 de febrero con la intención de reinstaurar en la Alcaldía al nacionalista Juventino Trigo se hace sin el respaldo del partido socialista en la localidad. Si ya se podía deducir el viernes de las palabras del concejal Antón Noceda, el único de los cuatro ediles actuales del PSOE que no firma el documento, ayer quedó claro con un comunicado rotundo de la comisión ejecutiva municipal. Es una “iniciativa persoal” de las concejalas Mar Piñeiro, Marta Pereiro y Ana Basoa, tomada “á marxe dos órganos de decisión democráticos da Agrupación Municipal Socialista de Fene”.
Asegura el partido a nivel municipal que se enteró de la situación “a través das redes sociais”, en la mañana del viernes. No conocían la intención de presentar una moción de censura y tampoco la conocía Antón Noceda, que forma parte de la corporación. “En ningún momento comunicaron esta iniciativa á dirección”, continúan. Por eso afirman que desconocen el contenido de los acuerdos alcanzados con el BNG y con EU. Es una decisión que “nen sequera foi presentada, nin debatida” en la comisión ejecutiva ni en la asamblea.
La respuesta, “ante a gravidade dos feitos”, es convocar “de inmediato” los diferentes órganos de la agrupación local “para avaliar a situación xerada por esta iniciativa realizada á marxe dos órganos de decisión democráticos”.
Corregir un error
La portavoz del PSOE en el Concello, Mar Piñeiro, una de las firmantes de la moción, aseguraba el viernes que haber permitido el gobierno del PP, con Gumersindo Galego al frente (ahora ya no es militante, después de la condena por conducir superando los límites de alcohol permitidos), había sido un error. Y además contravenía la política autonómica del partido de pactar con el BNG allí donde fuese posible y que gobernase quien más votos tuviese de los dos. “Constituye un error político de magnitudes comparables al famoso tamayazo”, afirmaba. “Cuanto antes pidamos disculpas al pueblo de Fene y a la militancia socialista, antes podremos iniciar la vía constructiva y de reparación que se nos demanda”.
Una por otra
La batalla política en Fene se decide en función de la errática capacidad para llegar a acuerdos de los partidos de la izquierda. La hegemonía histórica del BNG, con José María Rivera Arnoso, fue sustituida en 2007 por la irrupción del PSOE que encabezaba Iván Puentes, que llegó a los siete concejales. En 2011, cuando por primera vez el PP fue la lista más votada (lo sigue siendo) y consiguió seis ediles, el PSOE y el BNG, ambos con cinco munícipes, aunque con 90 votos más los socialistas, no se pusieron de acuerdo. El popular Gumersindo Galego acabó el mandato.
En 2015 el PP subió a siete ediles y el BNG superó al PSOE con cuatro a tres. Pero entonces, además del concejal de Esquerda Unida que siempre está presente, hubo que contar con un partido instrumental, Participación Democrática Directa, que tuvo dos ediles. Salió alcalde el nacionalista Juventino Trigo pero, tras desavenencias internas y pasar a gobernar en minoría, tuvo su propia moción de censura y, en abril del año pasado, volvió Gumersindo Galego a la Alcaldía.
En mayo de 2019, PP y BNG empataron a seis ediles y el PSOE tuvo cuatro. No hubo acuerdo y salió Galego, por ser el más votado. Este turnismo entre él y Trigo se repetirá, de nuevo a través de una moción de censura, pero de sentido contrario al de abril y con un efecto en el PSOE local todavía por calibrar.
