Lo que cambian las cosas. Bens tendrá la primera playa canina de la ciudad. Hablamos de ese lugar en el que a nadie se le habría ocurrido hace años pisar la arena sin botas militares con doble refuerzo, donde era bien sabido que los que se asomaban por la zona no buscaban precisamente broncearse o disfrutar de las vistas. Pero, insistimos, las cosas cambian. A veces, para bien. Y lo que ayer era un foco de problemas y marginalidad, hoy es una zona de moda y de modernos. Y en breve, de amantes de los perros –muchos también modernos–. Y todos nos alegramos. Unos porque por fin tienen un arenal en el que disfrutar con sus canes y otros porque confían en que ahora que hay un lugar específico, las playas ‘humanas’ estarán libres de visitantes de cuatro patas. En cuanto vuelva la temporada de verano va a estar Instagram lleno de selfis de tomador de sol con perro en Bens. Eso sí, a lo mejor a los animalitos no habría que dejarlos escarbar muy profundo en su nueva playa, no vaya a ser que quede algún resto de esos tiempos oscuros y nos llevemos un susto.