El alcalde de A Illa de Arousa elevó la voz esta semana para pedir a la Xunta que vacune a sus mayores, frente al covid y a la gripe, en la propia localidad insular. Estos deben desplazarse bien a Cambados o a Vilagarcía. Un hecho que puede parecer menor, pero que cuando se habla de personas de 80 y 90 años, en una comarca y localidad que siguen demandando mejoras en el transporte público, deriva finalmente en dificultades de estas personas para poder encontrar el modo de acudir a su cita. Un inconveniente que suele atajarse recurriendo a la familia, pero que no siempre es factible. Veremos.