De acuerdo, hubo una pandemia. Vale, se limitó el número de visitantes por hora. Y sí, por allí Eolo sopla mucho y hay que cerrarla muy a menudo. Todas estas razones son ciertas, pero también lo es que el número de visitantes de la Torre de Hércules no ha aumentado desde que fue declarada Patrimonio Mundial, sino que ha disminuido. La Torre se merece más. Algo se está haciendo mal.