Superar nuestra naturaleza

Superar nuestra naturaleza
Una persona se protege con una mascarilla / AEC

Podríamos haberle cogido manía a los pañuelos de papel, los caramelos para suavizar la garganta o los termómetros. Pero durante la pandemia contra lo que nos rebelamos fue contra las mascarillas. Porque somos así, de naturaleza retorcida. Y en lugar de aliviarnos el hecho de contar con un elemento accesible que podía –puede– evitarnos un contagio, lo convertimos en el símbolo de todo lo malo que nos estaba pasando. Será por eso que ahora no nos cubrimos así estemos echando un pulmón por la boca. Ni nos protegemos nosotros ni protegemos al resto. Se conoce que además de retorcidos también somos bastante egoístas. O despreocupados, irresponsables, inconscientes... elijan lo que más se acerque a su experiencia con la raza humana. Pues bien, nos toca superarnos y volver a la senda de la prevención. Profesionales de la sanidad llevan semanas pidiéndolo: hay que usar mascarilla. Sin excusas. Además, no nos digan que no, con media cara tapada todo el mundo parece más guapo. 

Superar nuestra naturaleza

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