La sonrisa de Celestino Brianes preside desde ayer las instalaciones de la piscina municipal de Vilagarcía. El Concello tuvo a bien organizar un homenaje póstumo a la persona que más ha luchado por su ampliación y ahora que se cumple su sueño, en palabras del alcalde, era preciso que estuviera presente de forma permanente. En el acto intervinieron los políticos y Teresa, hija de Celestino, y claro, ante tanto cariño y tantas emociones a flor de piel hubo quien no pudo aguantar unas lágrimas que han podido enjuagarse con la imagen de un hombre sonriente que ha dejado un legado para toda Vilagarcía.