No hay prácticamente ninguna institución que se precie que no esté presente en algunas de las redes sociales. Empresas, instituciones públicas y privadas... Hasta la Casa Real cuenta también con sus cuentas. Así que todos los que habitan en este mundo cibernético están constantemente expuestos. Por eso ya hay voces autorizadas que piden perseguir cuentas que se dedican a extender el odio y otras cosas mucho peores. Los perfiles falsos están al orden del día, al igual que las estafas y suplantaciones de personajes privados o públicos. Pues bien, ahora quieren buscar fórmulas para ‘cazar’ a individuos o grupos para que den cuenta ante la Justicia por sus amenazas, insultos, exaltación del terrorismo, etc.