El gobierno local ferrolano quiere demostrar, como sea, que obras son amores, y no buenas razones y, además, literalmente. Cada rebacheo de calles merece una visita y, antes de que se ponga el candado al mandato, quedan en marcha bastantes ejemplos de que se han realizado obras en la ciudad. La calle de la Iglesia es el proyecto estrella del gobierno de Mato y una “herencia” para el que salga de las urnas. También lo será la conclusión de la calle San Francisco, a punto de levantarse y que no estará terminada antes de las elecciones. Para bien o para mal el ciudadano votante recordará que las obras están ahí.