quienes vivimos pegados al mar sabemos distinguir el sonido de un helicóptero de rescate de otros sonidos. Si miramos al cielo y distinguimos la silueta naranja del “pájaro” de Salvamento Marítimo se nos encoge el corazón. Y aunque la mayoría de las veces se trata de pura rutina, siempre nos queda la angustia de saber qué sucede. El sábado les tocó a los bañistas y paseantes de Valdoviño. Una llamada alertaba de la presencia de un cuerpo flotando en la zona de la batería de Montefaro, en Meirás. Desgraciadamente, solo se pudo recuperar el cadáver. El mar nos da mucho, pero a veces nos lo quita todo.