Qué poco dura la alegría en la casa del pobre…

Qué poco dura la alegría en la casa del pobre…

tolerancia, palabra bonita donde las haya. Pues nada menos que en la plaza de la Tolerancia se celebró este pasado sábado a Festa dos Porcos, cuyo nacimiento data de principios del S. XX ―xa choveu― como nos contó Xurxo Souto, cronista oficioso de la ciudad. El recinto se abarrotó de banderas y camisetas blanquiazules como anticipada celebración de lo que habría de venir… y no vino. De manera que los que hayan asistido a la Festa dos Porcos fueron los únicos que pudieron disfrutar algo ese día, antes del batacazo final. Una vez más tenemos que aludir al “Carpe diem” o “No dejes para después lo que te puedas divertir ahora”. Fue una verbena de las de antes, con su sesión vermú y todo, en la que los Juanpiños pusieron a bailar a los asistentes y las cantinas de las asociaciones vecinales de la zona les dieron de comer y beber. Hubo “Oda ó futbolín” y foliada para rematar la sesión. Y la alegría. Aquí se acabó la alegría. Los del Depor, una vez más, se encargaron de fastidiarnos la fiesta. Qué suerte tienen de que pese a todo sigamos entonando el “Forza Depor!” ―“aínda que perda”, añadimos nosotros―. Cuando gane va a ser la repanocha... FOTO: el sábado hubo fiesta matinal | patri g. fraga

Qué poco dura la alegría en la casa del pobre…

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