La triste noticia del fallecimiento de José María Arias Mosquera fue un jarro de agua fría. Un hombre que llevaba en sus venas Galicia y que puso al Banco Gallego en el mapa nacional e internacional como presidente. Pero es que además, con la Fundación Barrié, supo poner el timón firme en la dirección que su familia quería, defender nuestra cultura y formar a futuras generaciones. Ahí está el impagable trabajo de la Barrié en la catedral de Santiago de Compostela, así como otras muchas acciones llevadas a cabo. Hoy el símbolo del Banco Pastor, pese a ser adquirido en su momento por el Popular, perdura con su edificio emblemático, el que fuera el más alto de España en su época. Pero el nombre y sus siglas todavía hoy son motivo de conversación, porque para  nuestra comunidad autónoma fue muy importante en el desarrollo económico, algo que las urbes y el rural tienen presente, ya que el Pastor fue el primero tras las tradicionales cajas. Se fue un gran hombre pero tras él queda su legado y una fundación querida y respetada.