Aviso importante a los ganadores de medallas en los Juegos Olímpicos de París: busquen una buena caja para guardarlas, que les va a hacer falta. El skater ganador del bronce ya ha mostrado que su presea, pasados unos días, empieza a perder relieve y color. Igual es una alegoría de que la gloria es efímera... O que el presupuesto no daba para tanto. En cualquier caso, por su bien, que tampoco las muerdan mucho.