PAQUITO el relojero, hijo literario de Torrente Ballester, era el loco del pueblo. Cada primavera se iba a visitar a una supuesta novia suya, también loca, vecina de Bergantiños. Ferrol ha descubierto a su propio Paquito, que en realidad se llama Francisco Armenteros, fue almirante, no está -ni mucho menos- loco y, cuerdo él, es el encargado de darle cuerda y mantener sano el reloj del Concello, que ha vuelto a sonar. No es poca responsabilidad marcarle el paso a los ferrolanos. Menos, cuando el paso que se marcará en menos de una semana es el de Semana Santa. Gracias, don Francisco.