La gran lección que dejó la temporada pasada fue la paciencia. Al final de la jornada 19, el equipo blanquiazul marchaba sexto, a dos puntos de la última plaza que da acceso al play-off, y a diez del líder, por entonces la Ponferradina. Tras una remontada memorable, ascendió en la antepenúltima jornada a Segunda. En la categoría de plata acaba de firmar el peor arranque de su historia: dos derrotas, igualando el de la temporada 79-80. Una parte de la afición se ha puesto las gafas negras y lo ve todo negativo. A este sector le decimos: paciencia.