Mientras la plaza de Armas se convierte en punto de referencia de la “marca Ferrol” con actividades como el vuelo de drones o la liga nacional de graffitis, el Palacio Municipal expulsa en su lateral aguas nada “palaciegas” para un Palacio Municipal. Hace meses que los vecinos y establecimientos de la zona protestan sin solución. A ver si los veraneantes tienen más éxito.