El ministro de Consumo, Alberto Garzón, señaló que el cambio de modelos de consumo y producción en aras de una mayor sostenibilidad no es “apolítico” y choca contra “los intereses de poder, económicos, lobbies y grandes empresas”. También alerta la atención sobre lo retrasado que está el etiquetado de los productos, que dan poca información o es de “poca calidad”, y que impiden al consumidor conocer su trazabilidad para saber qué impactos ha generado su producción a todos los niveles. Entonces es difícil explicar cuál es su función en el Gobierno al proclamar su poco poder.