El modelo de movilidad que se impone en las ciudades desde hace unos años apuesta por dejar el coche en el garaje, quien pueda, y por utilizar la bicicleta como medio de transporte limpio y saludable. También queda la alternativa de caminar por aceras anchas y calles peatonales. De todo esto se reflexiona estos días en Vilagarcía con motivo de la Semana da Mobilidade, donde los dirigentes locales exponen sus proyectos en esta materia a expertos urbanistas para analizar las mejores soluciones encaminadas a eliminar los problemas de accesibilidad con la eliminación de barreras arquitectónicas y la puesta en valor de las peatonalizaciones. En la capital arousana destacan la realizada en la Praza de Galicia, que antes de ser peatonal dividía la ciudad en dos.