RECONOZCÁMOSLO, seamos futboleros o no, estemos en 1ª, en 2ª o marcha atrás, al Depor hay que agradecerle ese ambiente de alegría contagiosa y subidón de adrenalina que genera en la ciudad. Levanta el ánimo andar por las calles un día de partido y ver la sana algarabía de familias enteras vestidas de blanquiazul en plan solidario, aunque no vayan al estadio. El Depor ha tenido la suerte –o la desgracia— de jugar en Riazor Abanca la primera semifinal del playoff de ascenso. Se prevé un lleno total y animación a tope. ¿Problema? Pues que el Depor es especialista en fastidiarla cuando tiene todo a favor, como es el caso de este sábado. Así que vamos a cruzar los dedos, encender velas, enterrar ajos, rezar a todos los santos conocidos y por conocer y todo lo que se nos ocurra para mandar el “meigallo” al “cara...”. Pues eso, que ¡Forza, Depor!