La aparición de nueve caballos de pura raza gallega abatidos a tiros en un monte de Boiro es un hecho muy grave. El Seprona ya abrió una investigación que debe contar con la máxima colaboración ciudadana para dar con los responsables de esta matanza. No tiene sentido tomarse la justicia por la mano y solucionar los problemas que hayan podido causar los animales, si es que provocaron alguno, a tiro limpio. Estas situaciones tan violentas solo conducen a más violencia y como sociedad no nos podemos permitir que haya personas armadas capaces de matar a seres vivos por no se sabe qué.