La vida de los famosos es todo fotos en Instagram de mansiones de escándalo y vacaciones de ensueño, hasta que tienen que redactar un comunicado de prensa para informar a todo el planeta de que su matrimonio hace aguas. Y no les queda más remedio que airear sus trapos sucios a los cuatro vientos y confiar en que sean lo suficientemente jugosos como para calmar las ansias de cotilleo de las masas y neutralizar, de paso, los rumores de prensa amarilla. Seguro que alguna cantante que todos sabemos se cambiaba de mil amores por Maru, la del cuarto, que no sabe menear la cadera pero tampoco tiene que contarle intimidades a nadie.