El Paseo do Cantiño en A Illa amaneció ayer con un nuevo agujero. Parecía que los problemas se habían parcheado, que no solucionado, pero los efectos de las mareas y la falta de un mantenimiento adecuado está provocando que bocado a bocado, el mar se vaya comiendo este lugar, que tendría que ser uno de los escaparates del municipio. El Concello lleva años reclamando una solución definitiva que no da llegado y lo peor no es que no llegue o lo haga con retraso, sino que desde Portos hacen oídos sordos a los constantes llamamientos municipales para abordar este asunto. Como dice el alcalde, lo recibirán cuando “o leve o mar”, pero entonces ya será demasiado tarde. Portos debe escuchar a la administración local y diseñar un proyecto encaminado a la solución definitiva de la cimentación del paseo.