El sector lácteo vive un momento de especial tensión. Los ganaderos dicen estar asfixiados por los sobrecostes y la industria transformadora está peleando por no perder ni un solo litro de los que se producen. Además, la larga ola de calor que se ha extendido durante el verano por toda la geografía han mermado el rendimiento de los forrajes y las vacas. Todo ello ha hecho caer la producción. La pelea por el litro de leche se ha extendido a la denominada leche spot -la que se vende al mejor postor en el último minuto-. Su precio se ha disparado y no es nada fácil encontrarla. De modo que las estanterías de los supermercados comenzarán a estar vacías en breve.