a Nené Barral, su arresto en 2001 en una investigación contra una supuesta red de contrabando de tabaco le costó la Alcaldía de Ribadumia. Desde entonces, se han escrito ríos de tinta. En los periódicos y también en el juzgado. Porque no fue hasta ayer, 21 años después de aquella detención, que el caso llegó a juicio. Más de dos décadas de instrucción, que convierte la causa en una de las que más tiempo lleva en los juzgados de España. Casi nada. Ahora todavía habrá que ver si el proceso sigue adelante o no. Porque, evidentemente, las defensas tienen mucho que decir, incluso antes de comenzar.