El de Cambados fue el Pleno más seguido por el resto de los políticos que ayer tomaban posesión. Como si de un minuto y resultado se tratase, los concejales y simpatizantes recurrían a los periodistas para preguntar si había gol en la capital del albariño. Y la verdad es que no se hizo de rogar. José Ramón Abal, único edil de Pode, tenía la pelota en su tejado y cuando llegó el momento la lanzó a la escuadra. Disgustos y emociones a partes iguales. La cara de la popular Sabela Fole, con la que había roto relaciones políticas unos días antes, era un poema, y la del socialista Samuel Lago la de la satisfacción que supone la recompensa a un trabajo ingente, a partes iguales con Tino Cordal, de Somos, y el nacionalista Liso González, que conformarán el cuatripartito. Lo peor fue el intento de agresión a Abal por ejercer la democracia.