El alcalde de A Illa, Luis Arosa, está que fuma en pipa. El enfado que tiene con Portos es morrocotudo porque no arreglan ya y de una vez por todas el deteriorado paseo de O Cantiño que, literalmente, se está convirtiendo en un queso gruyere de tantos agujeros que le están saliendo a causa de la acción del mar, que se come toda la cimentación. El Concello solicitó una acción integral y se encontró con la negativa por respuesta porque el ente no actúa en paseos marítimos y solo en infraestructuras. Esto ha encendido todavía más a Arosa que ha tirado de hemeroteca y tiene una larga lista.