Manuel Otero Martínez. Su nombre no se ha borrado como una huella en la arena, no. Fue el único español que combatió el Día D: estuvo presente en el desembarco de Normandía, aquel que dio un giro a la Segunda Guerra Mundial y supuso el principio del fin para los nazis. Su vida, como su muerte, fue de película. Resultó herido en la batalla de Brunete, donde combatió en el bando republicano. Fue encarcelado en Barcelona por los nacionales. Acabó emigrando a Nueva York, donde prosperó económicamente hasta que, para conseguir la nacionalidad norteamericana, se alistó en su Ejército... unos días antes de que Japón atacase Pearl Harbor. La asociación cultural coruñesa The Royal Green Jackets, que fue quien lo rescató del olvido, volvió a homenajearlo ayer en su Outes natal. Porque sí, el único español en Normandía era, claro, gallego.