Corría el año del Señor 1904 cuando en una isla del río Eume, una inmensa carballeira llamada A Balsa a alguien se le ocurrió celebrar la Festa da Fraga, que en origen se llamó Festa da Insua. La central térmica ocupó ese espacio y los romeros de esta fiesta se trasladaron a la finca de doña Rita de Fraga, a orillas del Eume. La romería tiene su puntazo en la llamada sesión vermú, en la que los más jóvenes beben, bailan y se embadurnan de barro hasta la extenuación. Es verano y todo vale, salvo las faltas de respeto y la bronca. Bajo esas normas, ¡a divertirse mientras el cuerpo aguante!