José Luis Moreno defiende su absoluta inocencia en el caso de la macroestafa de la que se sospecha que es el cabecilla argumentando que no puede ser “productor y capo criminal de un grupo”. Pero si es capaz de tener la boca cerrada y hacer hablar a un muñeco puede con lo de la trama criminal y con más. Especialmente, viendo lo organizado que era. Los tipos tan minuciosos en sus anotaciones lo tienen todo controlado. Y ese todo suele ser un gran volumen de negocio, de ahí que no les llegue la memoria para acordarse de cada detalle. Con lo bien que le iba metiendo la mano... en Rockefeller.