Los guacamayos, mofetas u ocelotes son algunos de los animales exóticos que adquieren los españoles como mascotas, pero la tenencia de este tipo de especies, muchas de ellas invasoras, afecta a la biodiversidad, la salud pública e incluso a la seguridad ciudadana. Todos estos animales eran conocidos hace años por los documentales televisivos sobre vida salvaje. Pero los tiempos cambian y la gente ha dejado a los gatos y a los perros por animales más extraños para la vida europea. Se desconoce si todo empezó con los visones estabulados, pero acabará con monos aulladores saltando de eucalipto en eucalipto por las fragas y los parques naturales.