Los chocolates, tartas, galletas, pasteles y, sobre todo, bombones son los productos dulces más demandados para celebrar San Valentín, y lo seguirán siendo este año aunque a un precio que en las pastelerías artesanales subirá por la inflación entre un 15% y un 20% respecto a 2022. Los dulces que elaboran ahora adoptan forma de corazón y se adornan con flechas, cupidos y rosas alusivos a la festividad, y además se elaboran en un formato más reducido, para dos personas. Algunas reposterías hacen petisús o profiteroles en tamaño grande y postres individuales con cremas, rellenos de chocolate, nata, fresas, frambuesas, frutos rojos y fruta de la pasión... y todo pensado para dos personas. Quedan fuera, de momento, los contubernios y relaciones multipersona. Está claro que lo de estar enamorado cada vez es más caro, por lo menos hasta un 15 por ciento más este año. Solo falta pensar que los pasteles y  las flores vienen de las fértiles praderas ucranianas